El programa Recompensas por la Justicia ofrece una recompensa de hasta 10 millones de dólares estadounidenses por información que conduzca a la desarticulación de los mecanismos financieros de Hezbolá. Ali Saade es un financiero de Hezbolá que opera en Guinea. Saade inicia las transferencias de dinero a Hezbolá desde Guinea, transfiriendo los fondos a través de los representantes de Hezbolá en Guinea y Líbano.
En 2020, un grupo de empresarios libaneses con base en Guinea, entre los que se encontraban Saade y el financiero de Hezbolá, Ibrahim Taher, volaron de Guinea a Líbano en un vuelo especial con una gran cantidad de dinero. El grupo declaró que el dinero era para ayudar a la situación de COVID-19 en Líbano, evitando así el escrutinio. La ayuda relacionada con COVID-19 se ha utilizado anteriormente como tapadera para transferir fondos para Hezbolá de Guinea a Líbano.
Se sospecha que Saade utiliza los barcos de pesca para actividades ilícitas, como el tráfico de estupefacientes.
El 4 de Marzo, 2022, en virtud del Decreto Ejecutivo 13224, en su versión modificada, el Departamento del Tesoro de EE.UU. clasificó a Saade como Terrorista Global Especialmente Designado por ayudar materialmente, patrocinar o prestar apoyo financiero, material o tecnológico para, o bienes o servicios a o en apoyo de, Hezbolá. Como resultado de esta clasificación, entre otras consecuencias, quedan bloqueados todos los bienes de Saade sujetos a la jurisdicción de EE.UU., y los intereses que de estos devengan, y en términos generales se les prohíbe a las personas de EE.UU. participar en transacciones de ningún tipo con Saade. Asimismo, se considera un delito proporcionar, intentar proporcionar o conspirar para proporcionar, con conocimiento de causa, apoyo material a Hezbolá, una Organización Terrorista Extranjera conforme a la clasificación de EE.UU.